Documento que se traduce en las voces de quienes no tienen voz, en los anhelos, sueños y esperanzas de un movimiento de Mujeres Adolescentes Indígenas (MAI) que se descubren y descubren las violencias que, bajo múltiples formas de opresión, se hacen carne en sus cuerpos, mentes y deseos, pero no sólo eso, es también un documento que invita a pensar el cómo queremos vivir y qué estamos dispuestas y dispuestos a hacer para lograrlo, siempre desde el respeto a los principios de complementariedad, reciprocidad y armonía que nos permita vivir bien.